«Me encanta mi trabajo», creo que ya lo he comentado en otras ocasiones pero en este caso quería empezar este post con mis propios pensamientos.
Cada vez que empiezo un trabajo nuevo es como los niños cuando abren una caja de un nuevo juguete, tengo unas ganas locas de empezar a jugar.
Estoy terminando un encargo de una mesa de comedor, el dueño la tiene mucho cariño porque pertenecía a sus padres,

la mesa estaba «perdida» en un rincón de una gran casa, ninguno de los hijos de la familia se daba cuenta de que existía, posiblemente no se habían fijado demasiado en ella

la dueña de la casa me encargó que la restaurara por el valor sentimental que tenía para su marido y para que no terminara en el olvido más absoluto, y me dejó libertad de elección para el acabado que quisiera darle.Es una mesa alfonsina de finales del XIX o principios del XX, este tipo de mesas estaban teñidas en colores muy oscuros al gusto de la época, pero como me dan rienda suelta yo he querido adaptarla más a los gustos actuales y la he intentado conservar el color más natural posible de la madera.

He tenido que dar un tinte muy suave para igualar el color de las patas que son de haya con el tablero que es de pino.

Ahora le he dado cera y tengo que frotar y frotar para sacarle su brillo natural, pero no podía esperar a terminarla del todo, estoy contenta del resultado y quería enseñarlo.

Creo que he recuperado del olvido una bonita mesa, ahora los hijos de los dueños se han dado cuenta de que existe y todos quieren llevársela a sus casas.De este tipo de mesas es fácil encontrar en el mercado y a mi me parece que son muy bonitas, ya os enseñé una que tenemos en el
«bazar de los tesoros» a la venta

y de como la integran en sus casas los mejores decoradores

Si os habéis dado cuenta la mesa la he restaurado en casa de los clientes, ya sabéis que podemos desplazarnos a domicilio para realizar los trabajos.Chus]]>
8 Comments
¡Ha quedado preciosa! No me extraña que te guste tu trabajo, se nota en cada objeto que devuelves a la vida. Un besito!
No me extraña que te guste tu trabajo, yo creo que tener entre manos materiales naturales es todo un lujo, quizás por eso adoro el patchwork por que entrar en una tienda y tocar los algodones es para mi un placer, pero tengo otra manía, costumbre o como se quiera llamar y es tocar la madera, me encanta, cuando entro en una tienda o voy a una casa donde hay muebles de madera “consistentes” de los que parecen tener vida propia no puedo evitar tocarlos, acariciarlos como si de un niño se tratasen, tengo en casa además tres piezas que tienen su encanto, una es una mesa de recibidor de forma muy similar a la que muestras pero más pequeña, en la parte superior el barniz se ha ido quitando y está como cuarteado, pero las patas y un tablero que está en la parte inferior están perfectos, no tengo ni idea de restaurar muebles pero me encantaría aprender solo para ver esa mesa resplandecer de nuevo, otra de las piezas es una vitrina que tiene la parte inferior de madera y la superior es de cristal y madera con un gran espejo en el fondo de la parte superior, las baldas superiores son de cristal, es una vitrina que ha ido dando tumbos y ha servido para muchas cosas, la recuerdo en el cuarto de estar de la casa de mis padres cuando era niña, esa fue su época más esplendorosa, después sirvió como despensa, en otra ocasión para guardar mis útiles de dibujo, posteriormente estuvo en el salón de mi casa donde lucía la cristalería, ahora está relegada como biblioteca y claro he cubierto los cristales con unas cortinillas interiores, pero le tengo mucho cariño y nunca me desharé de ella.
Y por último el mueble de mi máquina de coser, aunque esta es bastante antigua lleva motor, sin embargo el mueble donde está montada es de los que llevaban pedal con una gran rueda, el mueble está bastante deteriorado por que en su día tenía una pieza de metal para abrir la tapa superior que es curvada y esta rompió la madera un poco, en cuanto a la parte donde se sitúa la máquina tiene trocitos de madera incrustados y está bastante deteriorada, el resto está bien y este es otro de los muebles que adoro y de los que nunca me desprenderé.
Por todo ello no sabes como envidio tu trabajo que te permite acariciar la madera y tratarla para hacerla recuperar su esplendor.
Un beso
Genial! la mesa de mi comedor es igual… una mesa que estaba en el olvido y mi papá restauró… ahora es otra
Genial… como todo lo que tocas y conviertes en oro. ¡Eres mágica!
Me alegra poder pasar un ratin por aqui 😉
Besitos!
Gracias por vuestras palabras, con amigas así da gusto escribir.
Blanca a mi me pasa lo mismo con la madera, necesito tocarla y cada vez que lijo paso la mano y la acaricio, la mesita de la que hablas habría que quitarle el barniz de la tapa para volver a darlo.
Un besito gordo a todas
Lo que es alucinante es el trabajo que estais haciendo en el blog. Gracias por vuestro tiempo.
Esther, corazón que tengo muchas ganas de hacer lo mismo con tus sillas, y encima serás unas super-sillas contundentes porque son de Bilbao.
Un besito Chus
Tendría una consulta parati .
Hace muchos años cuando murio una amiga de mis suegros, me llevé a casa un tocador, no tengo ni idea de que estilo es pero me gustó porque tiene el espejo enmarcado en dos columnas torneadas y en la encimera seadaptó una palangana .
En princiìo lo limpie y le quité todas las capas de barniz oscuro que tenía y debajo salió un color castaño muy bonito (parecido a esta mesa).
Me quedé atascada en este punto y ahora la tengo llena de polvo y sin saber seguir.
Cuando dice aplicar cera, que tipo de cera es (marca=) me podrías explicar más detalladamente como se hace y si se ha de dar varias capas, se ha de poner alguna cosa mas o solamente con la cera es suficiente el acabado.
Perdona por tantas preguntas pero me da mucha pena ver el mueble arrinconado en el garaje.
Gracias