Ana y su marido se encontraron esta butaca a punto de ser “eliminada” y con buen criterio decidieron que se le podía dar una segunda oportunidad, lástima que no encuentro las fotos que le hice cuando llegó al taller, pero podéis imaginaros su estado. Lo primero fue hacerle de nuevas el respaldo de rejilla y luego empezamos el verdadero proceso de transformación. Ana la quería pintada de gris y le apetecía que tuviera líneas blancas en algunas zonas. Por eso elegí dos tonos de mc- pinturas, un blanco chocolate para el fondo y el gris Morsa encima. Primero la pinté en blanco Luego en gris
Y por fin lo más divertido, desgastarla, para esto usé lana de acero con cera y con suavidad fui desgastando en algunas zonas, un poco al gusto de Ana.
Este es el resultado final, os he puesto una tela blanca por encima para hacernos una idea de como puede quedar tapizada, eso vendrá después.
Espero que Ana la disfrute mucho.
