Lo pasamos en grande sólo nos faltaban nuestros hilos, compartimos ideas, experiencias y sobre todo amistad, es cierto lo que todas decís, que parece que nos conociéramos de toda la vida. Es bonito ver como una afición une a las personas.
La tarde dio para mucho, las niñas pudieron hacer nuevas amigas y al final nos hicieron de reporteras gráficas.
Y también pudimos dar un vistazo rápido a la tienda del museo, donde también pudimos encontrar libros de punto de cruz y un montón de cosas curiosas.
Nuestra intención es repetir estos encuentros mensualmente, el próximo después del puente de Octubre, ya os avisaremos, acudiremos con nuestros hilos para coser al mismo tiempo que charlamos y haremos un amigo invisible para lo que cada una de las que vamos llevamos un pequeño obsequio bordado por nosotras.
Tengo que dar las gracias a Gemma, Pilar, Keka, Ana, Esperanza y Marian, por su simpatía y por compartir conmigo una tarde tan especial. Volví a mi casa feliz y con mi niña dormida en el asiento del coche.